Читать книгу Elige solo el amor: La relación divina. Libro VI онлайн
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La unión en la totalidad, o unión divina, y el presente son lo mismo en el plano de la verdad, porque la verdad es eterna y, por lo tanto, no está, ni sujeta, ni condicionada por el tiempo. Es por ello que la relación divina lo es todo. En efecto, la relación de Dios con todo lo creado y de ello con él, es la única relación real. Las demás relaciones que se entablan, ya sea la relación que existe entre los números de una ecuación matemática, o entre diferentes ideas en una teoría, o incluso entre el valor de relatividad que hay entre dos seres, o su relación con el tiempo, carecen de sentido cuando se las desconecta de la unión divina, porque carecen de unión en la totalidad.
Ciertamente todo está unido a todo por el amor. Aun así, la mente pensante puede creer, y a menudo lo ha hecho, que puede crear a su modo nuevas interrelaciones mentales entre las cosas, de una manera diferente a las que Dios ha establecido. Esto es lo que significó la separación: establecer un tipo de vínculo con la realidad que no tiene ningún fundamento en el amor perfecto. Para la mente pensante, ella es su propia realidad y con ello, ha buscado crear un mundo que por definición no puede unirse a nada, según ella lo concibe. Hizo eso para no perderse en la totalidad, pues creyó que ser lo mismo anulaba la posibilidad de ser diferente.