Читать книгу Micky Ondas, un goleador de otro planeta онлайн

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Quedaba solamente el portero, que rápidamente se adelantó para achicarle el espacio de remate. Micky pateó hacia la derecha y el arquero se arrojó hacia ese lugar, pero el joven de Tac fue tan rápido que, antes de que el otro atrapara la pelota, dio tres vueltas a su alrededor, lo dejó mareado y se encaminó hacia el arco vacío.

Se acercó a la línea de gol y decidió no utilizar los pies para marcar el tanto. Se agachó, sopló suavemente el balón y este muy despacio entró en la red.


Entonces se dio vuelta, dio un salto de 360 grados en el aire, un gran giro sobre sí mismo y cuando cayó levantó un brazo con un dedo apuntando hacia el cielo con una felicidad que nunca antes había sentido.

–Gol –dijo sencillamente y observó la escena que había dejado atrás.

Los rivales tirados en el piso, algunos con sus piernas enredadas, otros mirándolo con más asombro que nunca y todos absolutamente hipnotizados por lo que acababan de ver y no podían entender.

Cuando estaba por llevar el balón al centro del campo, un silbato lejano sonó:

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