Читать книгу Ni una boda más онлайн

27 страница из 106

Era de locos. Por desgracia, después de la reunión tenía que entrenar a los cachorros en búsqueda y rescate, así que más le valía permanecer sobrio.

Ford tomó una cerveza sin alcohol y la abrió. Murph pasó la página hasta la sección llamada “Mesas” y entrecerró los ojos.

–Um, supongo que empezaremos con… ¿decoraciones de mesa? –le echó una mirada a Ford, como si él tuviera idea de qué tipo de adornos poner. ¿No bastaban la vajilla y los platillos? El resto era un estorbo durante la comida. Al inclinarse para ver por encima del hombro de Addie, el cuero del sofá crujió.

–Claro. Esos manteles se ven bien –dijo, señalando las hileras de tela multicolor. Lexi frunció el ceño.

–Esos no son para las mesas, son para las sillas.

–¿Las sillas necesitan manteles? –preguntó, y Lexi suspiró.

Addie le dio un codazo.

–Sí, ¿no lo sabías, Ford? Así, en vez de usar el mantel como servilleta, te limpias en la silla.

–Una solución inteligente –todos rieron, Lexi frunció los labios.

Desde que comenzaron con esto de ser parte del cortejo de Shep como damas de honor, Addie se había vuelto más cercana a Lexi, pero en momentos como este se ponía de manifiesto lo diferentes que eran. Si dependiera de Addie y Tucker, harían una ceremonia pequeña. Sin embargo, la costumbre del lugar era que las bodas se organizaban tanto para los miembros de la familia y la gente del pueblo como para la pareja. Era más fácil seguir la corriente que lidiar con las críticas el resto de sus vidas.

Правообладателям