Читать книгу Ni una boda más онлайн

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Ford sintió su presión elevarse debajo de sus costillas, su instinto de ayudar se activó, aunque nunca había sido muy hábil para lidiar con las lágrimas femeninas.

Pyro lloriqueó y le lanzó una mirada a su amo, preguntando en silencio cómo consolarla. Cuando él asintió, Pyro se acercó y frotó su nariz contra su mano.

Violet dejó que la olfateara antes de acariciar su peluda cabeza.

–Me olvidé de agradecerte, ¿no? Intentabas mantenerme a salvo y yo estaba demasiado agobiada para ponerte atención.

Supongo que yo también debería poner mi nariz contra su mano. A ver si me pasa los dedos por el cabello. Probablemente sacaría la lengua y jadearía como lo hacía Pyro. Más tarde esa noche, discutiría con su perro sobre cómo él había hecho la mayor parte del trabajo y Pyro había conseguido la mayor parte de la atención.

Un destello púrpura atrapó la atención de Ford y se puso en cuclillas junto al neumático del camión de bomberos y sacó la… Aghhh. La carpeta de boda de Lexi debió de impresionarle más de lo que pensaba, porque juraría que se parecía a la que había visto poco antes en su mesa de café. Solo que arrugada y salpicada de grasa y de ceniza negra.

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