Читать книгу Ni una boda más онлайн

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–Más bien, amor en los tiempos de prisión, creo.

–Amigo, más tarde vamos a tener que hablar sobre el amor en los tiempos de prisión –Addie le dio una palmadita en la rodilla a Ford–. Aquí hay una pista y un consejo todo en uno: nunca dejes caer el jabón.

Los dos se echaron a reír, olvidándose de las flores.

Con un movimiento del brazo, Lexi señaló al par de amigos.

–¿Ves a lo que me enfrento? Una novia a la que no le importan las decoraciones ni las flores y su chico de honor, que es tan despistado como ella en asuntos de boda.

–Ya te dije que elijas en mi nombre lo que creas mejor –le recordó Addie, con una pizca de ofensa en sus palabras.

–Pensé que cambiarías de opinión una vez que nos metiéramos de lleno en el asunto. Todo el pueblo va a estar allí, libre de los efectos de las drogas, y si voy a hacer la mayor parte de la planificación, al menos necesito una caja de resonancia. Pedirles un poco de retroalimentación es como hablar al vacío.

Addie se limpió las lágrimas de la risa.

–Lo siento, Lexi. Eres increíble por hacerte cargo de todo esto y sin ti estaría perdida, así que no dejes que mi falta de gusto femenino te ahuyente. Haré mi mejor esfuerzo. Lo prometo –le dio un codazo a su amigo.

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