Читать книгу Ni una boda más онлайн
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La recuperación era una pendiente resbaladiza por la que había estado muy cerca de caer de cabeza.
–¿Cómo va todo por aquí? –quiso saber Maisy mientras se acercaba a la mesa–. Siento mucho no tener un álbum de opciones de pastel. Hasta ahora, solo he hecho un par de pasteles de boda, pero si tienes tú una foto, puedo hacerlo.
El tono de disculpa en la voz de su hermana hizo mella en Violet.
–Me siento tan poco preparada –dijo Lexi–. Tal vez debería ir a casa y volver con la carpeta.
–¡No! –dijeron Addie y Ford al unísono, y la chica añadió–: No quiero que te tomes tantas molestias cuando yo debería ser capaz de resolver algo tan simple.
Una parte de Violet quería sugerir que buscaran fotos de pasteles en sus teléfonos, pero el servicio de internet en la ciudad era lento y desigual, y era difícil tomar una decisión con base en imágenes en miniatura.
La campanilla de la puerta sonó de nuevo y Maisy se volvió para saludar a sus clientes. Los sábados eran días ocupados y ahora mismo la mejor manera de ayudar a su hermana era hacer precisamente la última cosa que deseaba.