Читать книгу Un llamado a destacarse. Un desafío a los jóvenes para marcar una diferencia eterna онлайн

10 страница из 34

En los campos donde el joven David había apacentado sus rebaños, los pastores seguían cuidando sus ovejas. Durante las silenciosas horas de la noche, hablaban del Salvador prometido, y oraban para que el Rey llegara pronto al trono de David. Entonces, apareció un ángel que les dijo: “No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor” (Luc. 2:10, 11). Toda la llanura quedó iluminada por el resplandor de las huestes divinas.5

Al desaparecer los ángeles, la luz se desvaneció y las tinieblas volvieron a invadir las colinas de Belén. Pero, en la memoria de los pastores quedó grabado el cuadro más resplandeciente que los ojos humanos hayan contemplado alguna vez. Cuando reaccionaron, exclamaron: “ ‘Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer’. Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre” (Luc. 2:15, 16).

Правообладателям