Читать книгу Camino al Armagedón онлайн
71 страница из 127
Uno de los argumentos que Lucifer hizo en su esfuerzo por ganar a los ángeles a su lado fue que “aunque las leyes pudieran ser necesarias para los habitantes de los mundos, los ángeles, siendo más elevados, no necesitaban semejantes restricciones, porque su propia sabiduría bastaba para guiarlos. Ellos no eran seres que pudieran acarrear deshonra a Dios. Todos sus pensamientos eran santos; y errar era tan imposible para ellos como para Dios mismo”.53
Es un argumento muy interesante. Es el mismo que sugerimos cuando preguntamos por qué Dios no hizo seres inteligentes de tal manera que no pudieran pecar. Podríamos desear que él hubiera hecho a los ángeles y a nosotros de esa manera. Pero Lucifer dijo que Dios hizo a los ángeles de esa manera. Esa es una mentira muy sutil y, a la vez, muy peligrosa, porque inculca en las mentes de los seres inteligentes la idea de que no tienen que proteger sus mentes y emociones. Pueden hacer lo que quieran, porque cualquier cosa que quieran hacer está bien. Lucifer trató a las leyes de Dios como si fueran un mero código moral externo. No se dio cuenta de que sus celos por Cristo eran en sí mismos una violación del principio de amor que yace en el fundamento de la Ley de Dios. No hay tal cosa como la obediencia a una ley divina si la mente y el corazón no está en ella.