Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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El plan era que simultáneamente hubiese sucedido lo mismo en el continente, pero allí el resultado fue muy diferente. El subgobernador Miguel Hernández Porcel destituyó a tiempo a los oficiales de la guardia nacional. Algunos guardias se sublevan más al sur, en Kogo y en Benito. Los conspirados tratan de organizarse y atacar Bata, pero en el camino les salen al paso en un distrito llamado Bolondo y son derrotados. En aquel combate murieron un atacante y un defensor. Los dos eran negros.

Las autoridades de Bata -entre las que se encuentra un primo de Lluís Companys- son generosas y dejan marchar a Camerún a los rebeldes detenidos. Retienen en cambio a 17 claretianos y a 7 monjas concepcionistas.199 En cuanto al teniente Ayala, se mantuvo fiel a la República (tal vez por su enfrentamiento con los religiosos). Hernández Porcel proclama el Estado de Guerra el día 22.

La motonave Fernando Poo iba camino a Santa Isabel, pero es avisada a tiempo de los acontecimientos y cambia el rumbo hacia Bata, donde llega el día 30 de septiembre. Algunos de los religiosos detenidos son trasladados al barco, que permanece anclado frente a la ciudad.

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