Читать книгу El fascista estrafalario. Volumen II онлайн

43 страница из 123

Según el gringo, de la confrontación entre la España oficial y la España vital (el mito de las dos Españas -españolito que vienes, al mundo y todo eso…-) Giménez Caballero empujó dos revoluciones: primero, la vanguardista; y segundo la imperial. Y ambas fueron promovidas con la premisa irresponsable de crear destruyendo.

Tal vez valga acá la pena hacer una reflexión.

A lo mejor esa idea que tenía Antonio Gramsci sobre ´Guerra de Posiciones´ y ´Guerra de Movimientos´48 lo que venía a decir es que cualquier cambio político, para poder ocurrir, necesita haber sido precedido por un cambio cultural.

…pues algo así había dicho ya Giménez Caballero. Eso sí, en su jerga insufrible:

El poeta es el macho de la historia. Y el político el elemento femenino. La palabra del poeta es como el polen de toda fecundación histórica, el germen vital (…) hasta dar con las entrañas maternales del héroe político, de aquel que habrá de parir y alimentar como una madre un movimiento, una revolución, un Estado nuevo.49

Правообладателям