Читать книгу La polifonía de la creación. Gramática de la vida онлайн
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Introducción
El actuar es creador
En este libro comienzo pues “desde abajo”. Con ello doy forma a una vieja intuición que surge a partir de mi tesis doctoral: para comprender el actuar, el arte (o la estética, filosóficamente hablando) es la perspectiva correcta. Actuar es “dar a luz” y, por lo tanto, sólo se explica a partir del proceso creativo, de lo concreto y lo material, y se explica como un dar forma.
Todo empezó con Kierkegaard, sobre el que escribí ese trabajo.1 La profunda honradez de este pensador siempre me impresionó. En el arte como en la filosofía uno puede encontrar grandes técnicos, pero sólo la honradez dice algo veraz, algo que realmente merezca la pena escuchar. La radicalidad con la que Kierkegaard luchaba por comprender y salvar aquello que consideraba el núcleo de lo humano, le arrastró a una situación compleja; era un hombre de fe profunda, pensaba desde ella y analizó cada una de las palabras que pronunció Lutero con un pensamiento lúcido y lleno de pasión. Fundamentó su filosofía sobre dos premisas: el hombre es pecado (un ser dolorosamente volcado sobre sí mismo, incurvatio in se ipsum [Curvado sobre si mismo], según la definición de Lutero) y, en consecuencia, incapaz de colmar su más profundo anhelo: alcanzar a Dios, que sólo podía definirse como el “Absolutamente Otro”. Esta aporía existencial explica toda su filosofía.