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Hefestos: un dios feo, rengo, víctima de la infidelidad conyugal y artesano

Habíamos contado en el primer capítulo que Hefestos es el dios del fuego y de la fragua, la tecnología de punta en los tiempos homéricos. Ahora lo recordaremos para analizar su relación con el trabajo.

Habitualmente señalado como hijo de Zeus y Hera, algunos sostienen que Hera lo engendró sola, por despecho del nacimiento de Atenea, a quien Zeus trajo al mundo sin ayuda63. Otra tradición dice que fue hijo de Talos64, el hábil sobrino de Dédalo, muerto por este. Estas versiones, posiblemente infundadas, pretenden desligar a Zeus de la paternidad de un dios célebre por lo aberrante.

Sobre lo que nadie duda es que Hefestos era físicamente deforme, pecado imperdonable en el Olimpo. Tan feo era que al verlo su madre lo arrojó desde el cielo quedando entonces también rengo65. De esta forma terminante el pequeño dios fue abandonado a su suerte. Tuvo la fortuna de ser recogido por Tetis, la madre de Aquiles, que se apiadó de él y lo crio en una gruta volcánica donde Hefestos aprendió su oficio.

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