Читать книгу Las formas del árbol. 300 años de democracia en Chile онлайн
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Sea cual fuere el uso que le den quienes recurren a ella, la política es una actividad esencial para los humanos, para las organizaciones de todo tipo, para las empresas; para las agrupaciones religiosas, sociales, deportivas y culturares; y para los países y los grupos de éstos. En el amplio sentido de su concepción práctica, la política es inherente a la organización social, porque es un medio para conseguir diversos propósitos, de dominación como de convivencia. De hecho, las organizaciones criminales también ejercen su poder valiéndose de una rudimentaria expresión de política despótica, en tanto cuentan con líderes o cabecillas que las guían para cumplir sus objetivos. O sea, se organizan para determinados propósitos delictivos y cuentan con jerarquías, reglas y medios -en su mayoría coercitivos- para alcanzar aquéllos. Por lo tanto, y aun con el inevitable rechazo moral que desata en la sociedad honesta la existencia de mafias, redes y grupos criminales, desde el punto de vista estrictamente práctico, ese tipo de organizaciones humanas también se valen de la política.