Читать книгу Tú y yo онлайн

23 страница из 65

Los miembros del grupo me dijeron que veían muy bien a Luis, que componía más música y parecía estar más feliz. Yo me había hecho la mejor amiga del bajista, Pedro, que me contaba y ponía al día de todo y, lo más importante, era un amigo en el que confiar; además, íbamos a la misma clase.

Me seguía acordando mucho de Patty. Nos carteábamos a menudo e incluso le grabamos una cinta con nuestras canciones y yo de cantante. Ella nos dio las gracias mandándonos una cinta grabada con la música última de su país. A mí Luis ya no me llamaba la atención como posible novio. Me gustaba, pero solo como amigo. Creo que él alimentaba la esperanza de que fuéramos algo más. Quizás yo había generado expectativas iniciales, intentando revivir mis recuerdos de mi viaje a Estados Unidos. Un día en nuestra discoteca habitual, Transport, a la que solíamos ir todos los viernes para sacar dinero para el viaje de fin de curso, Luis me sacó a bailar. Antes en las discos había un rato de música lenta para bailar con alguien que te interesara. Le dije que sí y ni corto, ni perezoso me dijo literalmente «estoy por ti, ¿quieres ser mi novia?». Lo dejé en mitad de la pista sin poder decirle nada. ¿Cómo me pudo decir «estoy por ti»? Una frase tan horrible…, y me dirigí a buscar a Pedro para contarle todo lo que me había pasado. Claro, esto tuvo sus consecuencias. Me dejó de decir cuándo quedaban a ensayar y Pedro me comentó que Luis estaba muy triste y que había dejado de componer.

Правообладателям