Читать книгу Tú y yo онлайн

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Con la profesora surgió de nuevo el tema de los toros y de la siesta. ¡Qué pesados! Me preguntaba si solo sabían eso de nosotros, pero lo que vino después me enfadó mucho más. Empezó a decirme que vaya pena las mujeres en España, que aún tenían que lavar en el río la ropa y los platos. No me podía creer lo que estaba escuchando. Tuve que hacer que me lo repitiera en inglés por si no estaba entendiendo bien lo que me decía en español. Me levanté contrariada y le dije que mi mamá tenía lavadora y lavaplatos. Para rematar, me preguntó qué tal me había parecido ver la televisión en color. ¡Otra tontería más!, pensé yo. Hacía ya cuatro años que nos habíamos comprado el primer televisor en color. Cuando mis padres se compraron la nueva casa y nos mudamos, decidieron que todo tenía que ser nuevo y nos compramos un impresionante equipo de música y una televisión en color.

Volvía a la realidad y de nuevo enfadada le dije:

—Lo siento, pero creo que no sabes nada o muy poco de España. Estamos tan evolucionados o más que vosotros.

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