Читать книгу Tú y yo онлайн

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Hoy necesito saber quién soy, qué quiero y a quién deseo, y para ello preciso silencio. Me viene a la memoria que desde que tengo uso de razón siempre me he preguntado cómo me sentiría si fuera un chico; si tuviera un pene; si pudiera ligar con mis amigas; si pudiera pedir a una de ellas que saliera conmigo; si solo pudiera ponerme ropa masculina y no esos vestiditos con los dichosos bordados.

Cuando era muy pequeña, me gustaba jugar con camiones, soldados y coches. Me encantaba coger las pistolas de mi hermano y vestirme de pistolero y, cómo no, ser el sheriff. Mi hermano y yo nos divertíamos jugando a las guerras. Cada domingo a mi hermano Juan y a mí, después de ir a misa, nuestros padres y abuelos nos daban la propina, y nos íbamos raudos y veloces al quiosco. A Juan le quemaba tener cualquier moneda en el bolsillo y compraba normalmente chuches o sobres de Montaplex. En cambio, a mí me encantaba ahorrar; guardaba prácticamente todo el dinero que me daban. Tenía muchos sueños y lo necesitaba para que se hicieran realidad.

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