Читать книгу Mejor no recordar онлайн

65 страница из 77

—Sí. Estaban de celebración. Todos bebieron copas. Pero Alejandra no suele emborracharse, suele ser muy prudente. —El agente asintió suavemente.

—Señores, ¿creen que es posible que su hija esté con algún conocido, quizás con alguien que tuviese un vínculo sentimental, y que simplemente haya olvidado comunicárselo? ¿Tiende su hija a desaparecer durante horas, sin dar señales de vida, y luego a volver a aparecer?

—¡No! —exclamé enfadada—. Nuestra hija es muy responsable. Nunca se iría a casa de nadie de madrugada sin avisarnos a nosotros o a sus amigos. Además, todos afirman que estaba cansada y que quería irse a dormir. Estoy segura de que le ha pasado algo, y usted tiene que creernos. —Solís se incorporó y se apoyó en el respaldo de la silla.

—Señora Casado, discúlpeme si he dicho algo que le haya ofendido. Solamente quiero entender bien la situación para poder analizar todos los hechos.

—Por supuesto —dijo Andrés apretándome fuertemente la mano para que me tranquilizase—. Usted haga todas las preguntas que encuentre oportunas para ayudarnos a encontrarla. —Solís asintió y sus dedos volvieron a rozar el teclado del ordenador.

Правообладателям