Читать книгу ¿Qué queda del padre?. La paternidad en la época hipermoderna онлайн
18 страница из 26
Pienso que Lacan utiliza estas dos figuras evocadoras de un debilitamiento de la figura del padre («ocaso» y «evaporación») para indicar una apuesta radical común a estos dos giros en el camino histórico de Occidente. Por el momento, podemos sintetizar su razonamiento en una tesis general: en la afirmación del Padre-Führer y en la protesta juvenil contra la sociedad patriarcal se puede localizar un fatal malentendido de la auténtica función simbólica del Padre. Lo que no comporta en modo alguno la uniformidad histórica de las diferencias que separan profundamente estas dos escenas. La crítica juvenil de la sociedad patriarcal y, más en general, la experiencia del 68, representaron un momento fecundo de nuestra historia por razones que también Lacan reconoce, incluso hay quien lo considera como el inspirador oculto de aquel movimiento en Francia. Por el contrario, el culto totalitario del Padre-Duce únicamente ha producido devastación y crimen.
El padre primigenio del totalitarismo
¿Cómo interpretó Lacan el terrible período del totalitarismo? Como una compensación atroz y nefasta de un desmigajamiento de la función paterna y del tejido familiar que se sostenía gracias a ella. La experiencia de la desaparición del padre y de su función simbólica no es una experiencia nueva, específica del tiempo hipermoderno, sino que caracterizaba ya la época de Freud. En Los complejos familiares, Lacan, audazmente, se atreve a pensar que toda la teorización freudiana del Edipo podría tener de fondo este desmigajamiento de la Imago paterna y de su poder simbólico. Huérfano de este refugio, caída la autoridad paterna como punto de referencia ideal, firme e inamovible, el hombre occidental busca figuras autoritarias capaces de ofrecer estabilidad e identidad. El gran cuerpo de la Comunidad sustituye ese desmembramiento de la familia sin centro y amenazada por la precariedad económica y social producto de la crisis ligada a las vicisitudes de la Primera Guerra Mundial. Asegura pertenencia y protección de la vida a cambio de la renuncia al uso de la razón crítica. El espacio ya segmentado y desordenado de la familia burguesa parece encontrar así una recomposición loca en la identificación a la masa.