Читать книгу Amarillo онлайн

4 страница из 24

Mi medio hermano mayor, Luciano, apareció en la sala con dos cafés y le dio uno a cada uno. Vanina y el viejo estaban desfigurados, con los ojos desorbitados, sentados uno al lado del otro agarrados de la mano. Luciano parecía no haber caído en la cuenta o quizás era su mecanismo de defensa para mantenerse en pie. El doctor y la médica salieron de la habitación.

—¿Familia Serrano? Buenas tardes, me presento. Soy el jefe de terapia intensiva, Oscar Sansone.

—A sus órdenes, doctor —respondió el viejo, siempre educado y sereno hasta en las situaciones más críticas y desesperantes.

El doctor Sansone les explicaba la gravedad de mi estado y el riesgo que se corría por aquellas horas, mientras toda mi atención se dirigía a la médica del ambo amarillo, como si me tuviera hipnotizado. Era menuda y de estatura media. Castaña, de pelo «a definir», porque aquella noche lo llevaba atrapado en un rodete. Tenía las cejas asimétricas y los ojos marrones bastante juntos. No muy grandes pero tampoco chicos, al igual que la cola y las lolas. Tendría unos veintiocho a treinta años, tal vez menos.


Правообладателям