Читать книгу Estudios sobre la psicosis. Nueva edición reescrita y ampliada онлайн
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A modo de conclusión
1 Primero: A tenor de lo expuesto, parece evidente que los locos reclaman ser considerados responsables, es decir, humanos. Cuanto más limitemos su responsabilidad subjetiva, más inhumanos los volveremos. Sobre este particular conviene recelar de todo determinismo, sea científico o religioso, pues ese tipo de doctrinas tienden a convertir al hombre en autómata y al devenir, en fatalidad. Aunque las escribiera hace más de un siglo, vale la pena evocar las palabras que el magistrado Louis Proal (Le crime et la peine) escribiera en defensa de la «responsabilidad moral»: «El hombre es representado por los criminólogos naturalistas como autómata, como una máquina, sufriendo todas las influencias, sin poder reaccionar contra ellas, obedeciendo, como el animal, a todos los impulsos del organismo».
2 Segundo: La responsabilidad subjetiva, a la que siempre debe apuntar el clínico en su quehacer, no tiene por qué coincidir con la imputabilidad penal. Sea legalmente imputable o no, el terapeuta debe poner de relieve el tipo de implicación que vincula al paciente con su acto. Mas en esto conviene proceder con buen criterio y no ofuscarse con si el sujeto se reclama culpable o inocente, pues la culpabilidad sirve a veces de coartada a la responsabilidad.