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Esta es la pregunta que, inspirada en la respuesta inaudible de Lacan, me servirá de brújula. Por eso, para abordar el tema de la sexualidad masculina, me he propuesto interrogar algunos personajes legendarios o literarios que nos ayuden a pensar las vicisitudes del deseo masculino y sus enigmas. Sus nombres son: Hamlet, Don Juan, Casanova, Fausto, Edipo y Antígona.

El mito del héroe

Muchos se han preguntado por qué Freud eligió a Edipo como héroe o antihéroe para sostener que el núcleo fundamental de las neurosis es el conflicto edípico. Es preciso recordar que es el odio al padre el que le abrió el camino al reconocimiento del deseo incestuoso por la madre. El deseo por la madre, Freud lo dedujo del odio al padre. Es el odio al padre lo primero en surgir en el autoanálisis de Freud y es el odio al padre el que lo lleva por vía deductiva hacia el deseo sexual (reprimido) por la madre. Esta es la secuencia temporal que Freud descubrió en la posición psicosexual del varón.

Muchos también han destacado que Edipo, sin embargo, no tuvo complejo de Edipo y que Freud redujo, forzó, o «soñó» el personaje trágico de Sófocles cuando bautizó con ese nombre al complejo familiar del neurótico, así como inventó un mito, el del padre de la horda, para dar cuenta de la relación entre el parricidio y la prohibición del incesto. Entre los que se preguntaron qué hizo Freud con el Edipo de Sófocles y Lacan con el complejo de Edipo freudiano, quiero destacar un autor, Jean-Joseph Goux, y un texto, Edipo filósofo, cuyas críticas merecen toda nuestra atención.

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