Читать книгу Rumbo: maestr@. Claves prácticas que no te han dicho онлайн
64 страница из 78
Así, entramos en un mundo mágico y vibrante. Cuando te gusta o se te da bien algo, parece que todo es mucho más fácil de hacer y de conseguir. Sin darnos cuenta, nace de nosotros una predisposición a volver a hacerlo y a hacerlo bien. ¿Y si encima se añade realizarlo con amigos? Entonces la tarea mejora exponencialmente.
En general, los docentes queremos encender la llama interna y mantenerla viva. Esa llama que guíe a nuestro alumnado hacia el querer aprender, moverse para superar obstáculos y compartir lo aprendido («espíritu de equipo»). La palabra motivación, en su origen, significa movimiento; Y eso buscamos: el movimiento interno que los haga crecer y los impulse en la vida.
Pero eso no es fácil, y menos cuando se trata de aprender cosas que no están cerca de su cotidianidad, de lo que viven cada día y de sus intereses más cercanos. Esto que buscamos los docentes se llama motivación interna. Las familias también desean ver en sus hijos esa chispa interna que los ayude a avanzar, ser cada vez más autónomos, resolver sus conflictos...