Читать книгу Rumbo: maestr@. Claves prácticas que no te han dicho онлайн
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Nuestra labor es crear el ambiente apropiado para que se produzca esa acción. ¿Cómo?
· Crea un vínculo con el grupo-clase y con cada alumna o alumno.
· Escucha de manera activa.
· Empatiza.
· Da herramientas.
· Ofrece tu tiempo.
· Buscad juntos el mejor momento para realizar esa acción o tarea.
· Transmite siempre altas expectativas.
Otras veces, la motivación externa la podemos generar creando un concurso en clase en el que preguntemos individualmente los contenidos que estamos trabajando. Si acierta, el alumno se lleva una recompensa. Si acaba la tarea dentro del tiempo establecido porque se ha concentrado al máximo, recibe un abrazo o un caramelo. De esta forma todos quieren conseguir premios y se mueven, actúan. Poco a poco irán descubriendo que son buenos en cosas que no se imaginaban. Con la motivación externa habremos conseguido encender nuevas llamas en su interior.
Pero, ¿cómo conseguimos que lo anterior llegue a todos? Estarás pensando que al principio son unos pocos los que siempre se llevan las recompensas y el resto se frustra y pierde el interés: pues es el momento de introducir el trabajo en grupo, para que sean todos los que quieran moverse por la recompensa. Diseña estrategias en las que el grupo completo obtenga el beneficio al ejercitar la habilidad y tendrás un gran incendio. Se pondrá en marcha una red de ayuda mutua para conseguir el mismo fin.