Читать книгу Noche sobre América. Cine de terror después del 11-S онлайн
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La reflexión se inspira, por supuesto, en el carácter parasitario que Marx (2007: I, I, 312) atribuía al capitalismo: «El capital es trabajo muerto que sólo revive, como los vampiros, chupando trabajo vivo, y vive tanto más cuanto más trabajo chupe. El tiempo durante el cual trabaja el obrero es el tiempo durante el cual consume el capitalista la fuerza de trabajo que ha comprado de él». Marx utiliza una metáfora sobrenatural para describir al capital; pero Newitz recorre el sentido inverso con el fin de interpretar cómo la fantasía expresa este tipo de relaciones humanas y materiales a través de figuras como el científico loco o el psicópata. El análisis de la autora sobre este aspecto del capitalismo puede servir como ejemplo de aplicación del paradigma marxista al cine de terror. Sin embargo, la ideología no sólo es la representación imaginaria de las condiciones de trabajo y sus efectos, sino que abarca todos los aspectos de nuestra existencia, por lo que será preciso tener también en cuenta otros factores. Algunos análisis, como los de Mike Wayne (2005b), han expuesto con éxito maneras de aplicar la teoría marxista al cine de terror. Wayne aplica el método al análisis del cine de fantasmas, un género que siempre ha sido considerado como ahistórico y más propicio a los temores del alma que a las angustias seculares. Desafortunadamente, Wayne no dedica demasiadas páginas al género de terror, por lo que sigue pendiente una sistematización, a gran escala, de la teoría marxista aplicada al cine de terror.