Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн
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Luego no pude parar de reír, porque no daba crédito que estuviese aún más cachondo, después de la orgía que había hecho con Michín y Rolo, así que le empecé a relatar al Tieso lo que había pasado y este se puso como un loco pues me tiró a la cama, me puso boca abajo y me la metió de golpe sin darme chance* de acoplarme a ella, me folló tan duro, que mis gritos se escuchaban por encima de la música.
Pero me encantaba, aunque no lo hacía con rabia, lo hacía con ganas, me decía al oído: “Esperé tanto por esto, que no te voy a dejar salir de esta habitación en varios días”, mientras me decía eso, me follaba más y más duro, pero yo estaba tan caliente, que como pude me levanté y lo empujé hacia la cama para luego sentarme en su polla, me la follé y fue tanto el morbo y conexión entre los dos, que nos corrimos sincronizadamente, él lo hizo en mi culo y yo en su pectoral, ciertas gotas de mi leche le cayeron en sus labios y me tiré a su boca para besarle.
Esa noche no quisimos salir de la habitación, dormíamos y al momento de nuevo nos despertábamos y seguíamos follando, así hasta cuatro veces, tanto que perdimos la noción del tiempo, había llegado el domingo a media noche y hasta el martes no nos levantamos, del hambre que teníamos y al salir de la habitación estaban todos durmiendo desnudos. Para mí había sido la follada de mi vida, con el hombre que más me gustaba y que mejor me hacía sentir.