Читать книгу Las bases del yoga. El origen del hatha-yoga, los nathas, y su expansión en Occidente онлайн

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La destrucción de las impresiones pasadas (vāsanākṣaya), el cultivo del conocimiento (vijñāna) y la destrucción de la mente (manonāśa); cuando estos tres se practican a la vez y durante largo tiempo, dan un gran fruto. Si no se practican juntos, no habrá éxito ni en cientos de años. Practicados a la vez, los nudos del corazón ciertamente se abrirán. Las falsas impresiones de la vida mundana acumuladas durante cientos de vidas no se pueden destruir sin una larga práctica. Así pues, evita el deseo de placeres sensoriales y practica con esfuerzo estos tres.

El sabio conoce que una mente que se asocia con las impresiones pasadas (vāsanās) conduce a la esclavitud y que una mente libre de impresiones lleva a la liberación.

Así pues, Hanuman, practica la destrucción de las impresiones (vāsanās) lo antes posible.26

En este estadio, el yogī, con el cuerpo, la mente y el intelecto purificados después de una larga práctica, entra en la delicada fase en la que tiene lugar la destrucción de sus impresiones pasadas o latentes (vāsanākṣaya), así como la destrucción de la mente limitada y condicionada (manonāśa), que bajo la ilusión (avidyā) le atan a la finitud y a la limitación. Ambos procesos son muy importantes y se mencionan en los textos avanzados de haṭha-yoga, tantra y advaita-vedānta. Sri Rama insiste en que este proceso de destrucción de los condicionamientos que nos limitan debe ir siempre acompañado del conocimiento del ātman (vijñāna).

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