Читать книгу Las bases del yoga. El origen del hatha-yoga, los nathas, y su expansión en Occidente онлайн

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En la Chāndogya Upaniṣad encontramos una bella historia que narra cómo el joven Satyakama Jabala acudió al āśram del sabio Haridrumata Gautama en busca de enseñanza. Gautama, después de hacerle varias preguntas al joven recién llegado y ver su nobleza, le aceptó como discípulo y le dio la instrucción de ir a las montañas con las cien vacas del āśram y regresar cuando estas fueran mil. Imaginemos nuestra sorpresa si fuéramos a un āśram a estudiar las Upaniṣads y los métodos de autoconocimiento y el guru nos diera la instrucción de cuidar las vacas alejados de su presencia. Posiblemente pocos de nosotros seríamos capaces de seguir este mandato. Satyakama Jabala, con total confianza, se dirigió hacia las montañas con la manada de vacas y pasó allí mucho tiempo, doce años según la narración, un período de tiempo que encontramos recurrentemente en los textos antiguos y que representa un ciclo completo de renovación interior. Satyakama se sentía pleno, sin nada que le faltara. Un día, un toro muy grande de la manada se le acercó y le dijo: «Satyakama, ya somos mil, puedes regresar al āśram de tu guru». Satyakama, al escuchar al buen animal, se sintió feliz de haber podido seguir adecuadamente la instrucción de su guru y, viendo que la manada era ahora inmensa, guió a los animales de regreso hacia el āśram de su maestro.

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