Читать книгу Mueve tu ADN. Recuperar la salud con el movimiento natural онлайн
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Pero lo cierto es que el término enfermedades de la opulencia resulta engañoso, pues da a entender que estas dolencias son causadas por una excesiva cantidad de dinero y por el estilo de vida que este propicia. Los datos más recientes muestran también la aparición de estas enfermedades «opulentas» en países y en comunidades pobres en los que, ciertamente, está fuera de toda duda que el exceso de dinero sea el problema. Por lo que parece, el culpable más probable no es necesariamente la abundancia de riquezas o el tiempo extra disponible que aporta el dinero, sino las condiciones físicas creadas por la globalización, la vida urbana, las nuevas estructuras sociales y la tecnología.
Por lo tanto, me gustaría ajustar esta expresión, ya que el término opulencia resulta tan inexacto como innecesario. Lo que hacemos al categorizar estas enfermedades en función de si se vive o no en una «buena» parte del mundo –en lugar de hacerlo en función de cómo actuamos en el tiempo y el lugar en los que vivimos– es simplemente asumir que la causa de las enfermedades está en la localización, cuando lo cierto es que, en la mayoría de los casos, vivir en un entorno moderno no hace que adoptemos comportamientos y hábitos más saludables; preferimos usar el coche a caminar, llevar a nuestros hijos empujando un cochecito a portarlos en los brazos, poner los alimentos en un carrito en lugar de cargar con ellos a la espalda, nos encorvamos delante de los muebles y apoyamos los pies en zapatos en lugar de ponerlos directamente en el suelo. Sí, no cabe duda de que nuestra cultura moderna basada en la comodidad es una respuesta al instinto humano de conservar energía, pero lo cierto es que no estamos encarcelados físicamente de ningún modo real. Y puesto que no se nos fuerza a estar en la oficina, a llevar calzado de diseño o a estar tumbados en ese sofá superconfortable, me gustaría sugerir que sustituyésemos la expresión enfermedades de la opulencia por enfermedades de la conducta.