Читать книгу Mueve tu ADN. Recuperar la salud con el movimiento natural онлайн
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LA ELIMINACIÓN DEL MOVIMIENTO
Antes de que viviésemos en la era de la comodidad, el movimiento del cuerpo humano era necesario para el mantenimiento de la vida. Buscar, capturar y recolectar los alimentos y el agua eran actividades que requerían movimientos frecuentes durante todo el día a lo largo de toda la vida. Para encontrar o construir refugios era necesaria una gran fuerza y resistencia. Incluso para la propagación misma de la especie resultaba vital disponer de un cuerpo sano y con plena movilidad para la cópula, la gestación y el parto. En un cierto momento de la línea evolutiva de los seres humanos, el movimiento y todas las variables que lo componen y que asociamos con la buena salud –la resistencia, la fuerza y la movilidad– eran absolutamente necesarios para la supervivencia.
Sin embargo, en los últimos diez mil años la mayor parte de la humanidad ha pasado de ser poblaciones de cazadores-recolectores a vivir de forma sedentaria en comunidades de granjeros, posteriormente en naciones industrializadas y finalmente en la cultura basada en la tecnología en la que vivimos actualmente. Tú y yo vivimos en una época en la que el movimiento ha sido casi completamente eliminado. Unos segundos al teléfono es suficiente para garantizarnos la comida –que nos sirven directamente en la puerta de casa–. Para encontrar refugio tan solo hemos de buscar en Internet algunos anuncios clasificados de inmobiliarias desde la comodidad de nuestro sofá. ¡Caray! ¡Pero si hoy en día hasta podemos encontrar pareja sin tener que mover más que los dedos para teclear! Aunque los niveles de abundancia de alimentos y de poder adquisitivo varían mucho por todo el planeta, lo cierto es que, al menos en un aspecto, las circunstancias globales actuales han cambiado en el mismo sentido para la práctica totalidad de las poblaciones humanas: el movimiento ya no es necesario.