Читать книгу Escrito en la orilla. Una travesía litoral con Lacan онлайн

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Entonces, he aquí la paradoja del psicoanálisis: lo único universal que podemos afirmar es que solo se da en la singularidad. Nos situamos en una estructura y estamos, como correlato de ella, en la estructura del lenguaje. Nuestro campo está allí, en los goces del lenguaje. Analizar es ponerlos en juego. Sin embargo, podemos afirmar que hay conceptos en el psicoanálisis, pero solo se efectúan en la contingencia, en lo singular.

Si no es posible dar una definición del psicoanálisis, nos queda ponerlo en juego como praxis. Este es un término muy particular. Necesita explicaciones, al menos es necesario dar un rodeo. ¿Qué otra experiencia se definió como praxis? El marxismo o, mejor dicho, el discurso de Karl Marx. Un discurso que nació con el Manifiesto comunista de 1848, alumbrando la cuna de Freud. En el seno del marxismo el término “praxis” se considera como la actividad del hombre en cuanto sujeto histórico y social que se enfrenta con determinadas condiciones materiales de existencia y se inserta en el proceso de producción y en las estructuras sociales para transformarlos activamente. Esto se relaciona con lo afirmado por Marx en las Tesis sobre Feurbach, al decir que sus tesis, las de Marx, no son una filosofía puesto que no intentan explicar el mundo, sino transformarlo.4

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