Читать книгу Escrito en la orilla. Una travesía litoral con Lacan онлайн

18 страница из 87

En el juicio se pasó del nivel de los pensamientos al de la referencia. Repito: un valor de verdad no lo es de un pensamiento, de un sentido; sí lo es de un objeto. Aquí Frege toma la máxima de Leibniz que se traduce por “son idénticas aquellas cosas que pueden sustituirse mutuamente, preservándose la verdad”.13 Pero esta afirmación, que el valor de verdad de una oración es su referencia, necesita ser puesta a prueba. Es puesta a prueba en el análisis de oraciones subordinadas, en las que al cambiar una expresión por otra no se mantiene el mismo valor de verdad. Lo que le interesa a Frege es que el valor cognoscitivo de a = a no es el mismo que el de a = b. Para sostener el valor cognoscitivo son necesarios tanto el sentido, o los pensamientos, como la referencia, su valor de verdad.

Sentido y referencia son válidos para los nombres propios. Frege se pregunta si también lo será para las palabras de concepto o “palabras que desempeñan la función de un predicado gramatical”.14

Una palabra de concepto refiere a un concepto conforme a la lógica. Se puede reemplazar por otra si le corresponde la misma extensión conceptual. Puede cambiar su sentido, pero se mantiene su referencia.

Правообладателям