Читать книгу Los parados. Cómo viven, qué piensan, por qué no protestan онлайн

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En la EPA actual a las personas sin trabajo y que no buscan empleo se les pregunta si hubieran querido tener uno durante las cuatro semanas anteriores y, en todo caso, el motivo principal por el que no lo han buscado. Entre las posibilidades de respuesta interesa destacar dos: 1) cree que no lo va a encontrar, 2) tiene que hacerse cargo de niños o adultos enfermos, discapacitados o mayores (la pregunta concreta es si el motivo de no haber buscado empleo es porque no hay servicios adecuados –o son demasiado costosos– para atender estas situaciones, lo que permite plantearse cuestiones relevantes relacionadas con la política de familia y el gasto social). Quienes no buscan porque creen que no lo van a encontrar estando disponibles para el empleo son los llamados desanimados, que la EPA clasifica entre los activos potenciales (inactivos). No es difícil defender que al menos una parte de ellos así como algunos de los no disponibles podrían ser contabilizados como parados.

Tradicionalmente en la EPA se ha incluido entre los parados a aquellas personas que, cumpliendo los demás requisitos, estuvieran inscritas en una oficina pública de empleo aun sin haber estado en contacto con ella ni utilizado ningún otro sistema de búsqueda durante las cuatro semanas anteriores a la realización de la entrevista. Se procedía así porque el antiguo INEM mantiene viva la inscripción como demandante de empleo durante tres meses y (presumiblemente) porque el INE sabe que la intervención administrativa en la realidad forma parte de ella y contribuye a moldearla. Así pues, y a nuestro juicio con buen criterio, el INE flexibilizaba el requisito relativo a la intensidad ampliándolo hasta tres meses y considerando buscador activo de trabajo a quien, en otro caso, habría sido clasificado como inactivo. A partir del primer trimestre de 2002, la entrada en vigor del Reglamento 1897/2000 de la Comisión Europea ha impedido la continuidad de esta práctica y obligado a modificar la definición operativa de búsqueda activa de trabajo. Desde esa fecha, la persona sin trabajo y disponible que sólo utilice como sistema de búsqueda la oficina pública de empleo, para ser integrada en el paro estimado tendrá que haber estado en contacto con dicha oficina y a ese fin (no, por ejemplo, para informarse sobre cursos de formación) al menos una vez en las cuatro semanas anteriores a la realización de la entrevista. El objetivo de esta norma no es otro que el de seguir impulsando la homogeneización de las estadísticas confeccionadas por los diferentes Estados miembros. Objetivo comprensible, pero que si no va acompañado de actuaciones similares en el ámbito de los correspondientes servicios públicos de empleo, puede alcanzarse al precio de convertir la encuesta en una especie de lecho de Procusto al que deben adaptarse los diferentes contextos socioeconómicos y administrativos nacionales.


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