Читать книгу La amistad argumentada. Teoría y práctica aristotélica онлайн

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ssss1 Eso se explica bien a bien en la obra que lleva el mismo nombre: la Política (Politéia).

ssss1 Una formulación previa de este contenido lo trabajé en un trabajo titulado: Aristóteles El filósofo (Ramírez-Daza, 2016, pp. 3-33).

ssss1 Y aún superado había que seguirle estudiando para tener perspectiva histórica y punto de confrontación con las nuevas doctrinas que ocuparon su lugar. De hecho, por mucho tiempo “todos sabían que era una potencia con la que había de contar y una de las bases del mundo moderno, pero no pasó de ser una tradición, si no por otras razones, por la simple de que […] siguieron los hombres necesitando aún demasiado de su contenido” (Jaeger, 1997, p. 14). Entonces, podríamos aplicarle a la tradición filosófica moderna y actual, respecto al mismo estudio de Aristóteles, el mismo argumento lógico de disyunción excluyente que el Estagirita lúcidamente esgrimió contra los que no querían estudiar filosofía, al no ver la supuesta necesidad de ella para la vida humana. Más o menos reza así: si no es necesaria hay que demostrarlo, y al intentarlo se estará filosofando; o bien, si es necesaria, simplemente hay que estudiarla. Por tanto, de cualquier manera hay que estudiar filosofía como dice Aristóteles en el Protréptico. Lo mismo podríamos decir del estudio de Aristóteles mismo, del que nada nos excluye, y que antes bien, considero necesario.

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