Читать книгу María Cambrils. El despertar del feminismo socialista (biografía, textos y contextos (1877-1939) онлайн

120 страница из 172

Podemos decir, por muchísimas razones, que tales periódicos tienen de feministas lo que nosotras tenemos de noble en la más exacta acepción de la palabra aristocracia (…) ¡Feminismo práctico! ¿Pero es que se puede calificar así a toda una serie de adulaciones, a un ciempiés feminista o femenino sin enjundia ideológica, sin nada, en fin, que acuse una plena convicción? Si por el fruto se conoce el árbol, como reza la locución evangélica, podemos decir nosotras que hemos conocido el «arribismo», encubierto tras de la opacidad del confusionismo, que nos ofrece en todo lo que escribe doña Celsia Regis (.…) Nosotras, que miramos el feminismo por el lado del desinterés, del sacrificio personal y del de la seriedad, encontramos censurable, muy censurable, la falta de modestia de la presidenta de la Unión del Feminismo Español, entidad de la que no forma parte ninguna de las Agrupaciones españolas del feminismo racional, dicho sea de paso y en honor de las mismas (…) A nosotras no nos dice nada ese feminismo de «nueva modalidad» que tanto entusiasma a la señora concejala suplente. El feminismo de los «hombres nuevos» lo queremos ver de otro modo: en la ecuanimidad, defendiendo en toda ocasión y circunstancias el derecho indiscutible que tiene la mujer a desempeñar todos los cargos oficiales de la Provincia, del Municipio y del Estado, siempre que acuda a solicitarlos demostrando la requerida suficiencia.ssss1

Правообладателям