Читать книгу Vergel de perfectísimas flores. El convento de Corpus Christi de Carcaixent онлайн

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Fachada del antiguo convento de Nuestra Señora de Belén de Valencia.

Harían falta nuevas manifestaciones divinas para convencer a sor Inés de lo contrario. «Buélvete, hija, que por mi cuenta corre ya este Cielo», se cuenta que volvió a instarle el Altísimo, esta vez con el refrendo del padre Juan Bautista Catalá, que daría por buena la revelación, y el permiso de fray Francisco Faxardo, algo reacio en principio al traslado de la religiosa, producido finalmente en marzo de 1664. Como maestra de novicias del cenobio magdaleniense trabajó con éxito durante los tres años siguientes.44 Esto le valdría el espaldarazo de las autoridades de la Orden de Predicadores para fundar una última comunidad en la propia Valencia, de nuevo bajo la más estricta observancia de la regla y llamada esta vez de Nuestra Señora de Belén.45 Tiempo le faltó para consolidarla, por cuanto aquejada de una breve indisposición falleció en opinión de santidad el 29 de diciembre de 1668.46


Lápida sepulcral de sor Inés Sisternes de Oblites. Convento de la Inmaculada Concepción. Torrent.


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