Читать книгу Vergel de perfectísimas flores. El convento de Corpus Christi de Carcaixent онлайн
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Faltando la descendencia al citado heredero o renunciando sus hijos a tal legado, pasaría a manos del hermano de este, don Juan, caballero también de la Orden de Montesa. En caso de frustrarse esta última opción, el beneficiario sería otro sobrino de la benefactora, don Melchor, hijo de don Vicente Sisternes de Oblites. Si tampoco ello era posible, se transmitiría la manda a don Marco Antonio, don Plácido y don Luis Pujasons, sucesores de doña Francisca Sisternes de Oblites, hermana de doña Sabina. Don Juan y don Gaspar Descals serían las dos últimas alternativas contempladas por la testadora de malograrse todas las demás.32
Autógrafo de sor Sabina del Santísimo Sacramento.
Como heredero universal de sus bienes, la madre Santísimo Sacramento instituyó al propio convento de Corpus Christi de Carcaixent, con las siguientes condiciones. Primeramente, todos los meses del año y a perpetuidad se celebrarían por su alma y la de los suyos cuatro misas rezadas con responsos, «la una del Santíssim Sacrament, l’altra de la Passió de Crist y l’altra de la Santíssima Trinitat». En segundo término y todavía más importante, la comunidad de religiosas adquiriría el compromiso de admitir a una pariente de sor Sabina –con 400 libras solo por dote y vestuario– como monja de coro, práctica frecuente de vinculación por parte de patronos y fundadores orientada a tratar de garantizar vías de influencia directa sobre los claustros femeninos a través de la reserva de plazas y las familiares allí instaladas.33 En este caso, deberían seguirse las siguientes instrucciones una vez fallecida doña Paula Pujasons, sobrina de la madre Santísimo Sacramento y recientemente profesa: