Читать книгу Vergel de perfectísimas flores. El convento de Corpus Christi de Carcaixent онлайн
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Fachada del antiguo convento de Corpus Christi de Carcaixent.
Desde el principio y bajo la autoridad de la madre sor Juliana de la Santísima Trinidad estuvo el convento comprometido con la observancia, al igual que el de Vila-real y a juzgar por el testimonio de alguno de sus confesores:
Aquí se guardan las constituciones de la Orden con la mayor puntualidad. La assistencia en el coro es admirable, siendo los maytines a medianoche indeficientes y las demás horas canónicas a su tiempo con la más plausible devoción. El retiro que se professa no cabe en ponderación, pues negadas a los ojos del mundo, cada una es una Sara, que velado el rostro sólo al Divino Esposo se descubre. No hablaré de los exercicios voluntarios, por no ofender la gran modestia de tan venerables señoras, que emulándose unas a otras sagradamente las virtudes, estudian con humilde santa ambición exederse en perfección, rigores y penitencia.27
Quiso el destino, sin embargo, que la priora falleciera repentinamente antes de concluir su mandato, dejando huérfanas a sus hermanas de hábito el 23 de enero de 1657.28 La elección de su sucesora por parte de las monjas recayó con el primer escrutinio en la madre Inés del Espíritu Santo, que rehusó aceptar el oficio. Solo la mediación de fray Francisco Faxardo, confesor, vicario y procurador provisional de la comunidad, pudo convencerla de lo contrario. Contaría en el subpriorato con la ayuda de sor Juana del Rosario, recién incorporada desde el monasterio de Santa Ana de Murcia.29