Читать книгу Universidad y Sociedad: Historia y pervivencias онлайн
21 страница из 268
A fines de 1937 la biblioteca continuó su obligada errancia acompañando el repliegue republicano, ahora hacia Barcelona. Quedó instalada en la que fue residencia oficial de Negrín, una magnífica torre en Pedralbes que pertenecía a la familia Roviralta, donde el primero de mayo de 1938 se presentó el programa de gobierno, los conocidos 13 puntos. Por aquella Barcelona andaba Eduardo Zamacois quien relató en sus memorias, Un hombre que se va…, la peculiar protección que le ofreció Negrín cuando la novela El asedio de Madrid fue denunciada por derrotista. También en Barcelona estaba Luis Araquistáin, enfrentado a Negrín desde la caída de Francisco Largo Caballero en abril de 1937. Había logrado sacar su biblioteca de Madrid –le llegó por vía marítima desde Valencia–, y entretenía sus ocios con frecuentes compras en la librería de Antonio Palau Dulcet que fue –al decir del periodista y escritor– «origen de mi bibliofilia». Negrín no debió comprar tantos libros, pero alguno adquirió, a través de su hijo Juan, en subastas de bibliotecas clausuradas. Es el caso de Typografie als Kunst, de Paul Renner, y Duinesen Elegien, de Rilke, que procedían de la Biblioteca del grupo DAS (Deutsche Anarchosyndikalisten), que tanto había colaborado en la denuncia de las redes nazis en Barcelona y sería víctima del acoso comunista contra el POUM y los libertarios. En otro título, Der Arbeiter. Herrschatf und Gestalt (Hamburgo, 1932), de Ernst Jünger, aparece el sello del Centro de Estudios Alemanes y de Intercambio de Barcelona, fechado en 1938.23