Читать книгу Obras Completas de Platón онлайн

506 страница из 839

Tentado me sentiría a no ver en el Menéxeno otra cosa que un juego del espíritu, o más bien, si puede decirse así, un juego de elocuencia. Nada indica la intención de dar en un ejemplo una lección de retórica; pero tampoco me atrevo a echarme a adivinarlo. Si la exhortación es muy bella, la primera parte es incontestablemente muy inferior. En esta los atenienses son alabados por sus hechos, cosa excelente, pero los hechos son extrañamente desnaturalizados. Toda esta historia de las guerras de los atenienses contra los demás pueblos griegos es una fábula, y todo este elogio una adulación.

¿Pero Platón ha podido burlarse así, adulando de esta manera? Quizá. Nada tendría esto de inverosímil, si el Menéxeno correspondiera a sus primeros ensayos. Desgraciadamente es posterior a la muerte de Sócrates, por consiguiente a la composición del Fedro. Observad que si el Menéxeno es una crítica, la dificultad es más grande aún, porque es una crítica bien débil, cotejada con la del Fedro.

Si he de hablar claramente, salva la cita de Aristóteles, no dudaría en negar la autenticidad de Menéxeno. ¿Es Sócrates, es Platón, el que ha podido hacer sinceramente el elogio de Atenas? ¿Y qué decís de estos pasajes que parecen copiados del tercer libro de las Leyes? ¿Además qué significan otros tantos motivos de duda suscitados por la crítica alemana?

Правообладателям