Читать книгу Las rutas de la seda en la historia de España y Portugal онлайн

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Estos mercaderes toscanos tendían a acudir preferentemente a un centro de redistribución externo, que resultaba ser Valencia, para hacerse con la seda granadina. En algunas ocasiones se prefirió un contacto directo con los centros de producción, tal y como solía hacer nuestro Antonio di Quarto, que pedía que le avisaran acerca de «chi será in Malicha bene atto a servirci di conperare seta fina....».ssss1 Y más adelante Benedetto Cattaneo, colaborador asiduo de Francesco Spinola, y experimentado en la venta de seda granadina en Toscana, actuaba en Granada en nombre de Clemente de Albici, donde compraría 100 arreldes de esta seda que curiosamente sería destinada a Venecia.ssss1 Pero lo cierto es que la estrategia de aprovisionamiento mayoritaria pasaba por un recurso a los mercaderes valencianos que se trasladaban a plazas nazaríes y que después acercarían el producto a la propia Valencia.

Para ello recurrieron en más de una ocasión a mercaderes musulmanes valencianos, efectuando compras de seda a Azat Lucente, moro, y Alchia Rogi, moro,ssss1 y esperando la puesta a la venta en Valencia de cargamentos de seda granadina que serían propiedad de mercaderes levantinos.ssss1 Y desde luego aguardaban siempre las llegadas de barcos procedentes de tierras nazaríes, Almería, fundamentalmente, al puerto de Valencia. La existencia de un tráfico mercantil marítimo sostenido directamente entre el puerto de Valencia y los puertos nazaríes es una realidad bien constatada.

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