Читать книгу Arte y agencia. Una teoría antropológica онлайн
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Espero que se reconozca de forma inmediata y fácil el carácter maussiano de la idea de que la teoría antropológica del arte ha de «considerar a los objetos de arte como personas». Ya que las prestaciones o «dones» se consideran extensiones de la persona en la teoría del intercambio de Mauss, entonces, de la misma manera, también se pueden ver los objetos de arte como personas. Podría no ser descabellado afirmar que, si la teoría maussiana del intercambio es la «teoría antropológica» ejemplar y prototípica, entonces la manera de producir una «teoría antropológica del arte» sería construir una que se asemeje a la de Mauss, pero que trate los objetos de arte en vez de las prestaciones. La teoría del parentesco de Lévi-Strauss equivale a la teoría de Mauss al reemplazar las «prestaciones» con las mujeres; por lo tanto, la «teoría antropológica del arte» que propongo también ha de ser como la de Mauss cambiando las «prestaciones» por los «objetos de arte». Sería una parodia de la teoría que pretendo generar, pero empleo la analogía para orientar al lector con respecto de mis intenciones básicas. Mi premisa es que una teoría antropológica sobre cualquier tema solo lo es en la medida en que se parezca, en ciertos puntos fundamentales, a otras teorías antropológicas. De lo contrario, llamarla «antropológica» sería absurdo. Mi objetivo es producir una teoría antropológica del arte afín a otras teorías antropológicas (no solo a la de Mauss, claro). Una objeción básica mía a las teorías de la «estética transcultural» y de la «semiótica» en cuanto al arte etnográfico es que las afinidades de estos enfoques están en la estética (occidental) y la teoría del arte, no en la antropología en sí misma de manera independiente. Puede que sea imposible fundar o derivar una teoría del arte útil a partir de las teorías antropológicas existentes, pero, hasta que se haya llevado a cabo el experimento, no es posible dirimir la cuestión.