Читать книгу Enemigos íntimos. España y los Estados Unidos antes de la Guerra de Cuba (1865-1898) онлайн
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Antes de identificar qué actores han interactuado con ambos Estados es necesario especificar cómo tomaban sus decisiones los aparatos estatales. El proceso de toma de decisiones en los Estados Unidos se puede reconstruir con relativa precisión a partir de la documentación diplomática debido a que el gobierno norteamericano poseía una estructura mucho más sencilla que en la actualidad. La ejecución de la política exterior estaba en manos del presidente, pero el Congreso controlaba todos sus pasos. En la práctica, los presidentes delegaban la mayoría de los problemas en el Departamento de Estado, que siempre contó con recursos muy limitados. Los demás departamentos no tenían demasiada influencia en la política exterior, con la excepción del Departamento del Tesoro, que intentó obtener el control sobre la red de consulados en el exterior en varias ocasiones. Los secretarios de Estado entre 1865 y 1898, a su vez, delegaban la diplomacia diaria en los jefes de misión en cada país. Por tanto, los jefes de misión tenían un gran margen de maniobra si no se salían de los límites establecidos por el Departamento de Estado: la defensa de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero y la exposición de principios americanos como el Destino Manifiesto, la Puerta Abierta o la Doctrina Monroe.