Читать книгу La Unión Europea. Historia de un éxito tras las catástrofes del siglo XX онлайн
71 страница из 89
Paz por supuesto no exenta de conflictos, de amenazas y de sobresaltos. Algunos enquistados durante décadas, como los de las identidades nacionales en su aspiración permanente a constituirse en estados, o al menos en el reconocimiento de su carácter nacional.
Ulster ha sido el ejemplo más evidente y cruel cuando la separación de Irlanda del Reino Unido no fue completa en razón de la existencia de una minoría religiosa protestante, unionista y nacionalista británica. Conviene a este respecto recordarlo: una disputa de fundamentalismos religiosos, vetusta como la historia misma, con componentes nacionalistas de carácter extremo y no solo por parte del IRA y su brazo político, el Sinn Fein. Un conflicto que resurge en el presente, con el secuestro del estatuto norirlandés por parte del Gobierno británico a raíz de un conflicto interno, como es la dimisión del vicepresidente, pero que augura nuevas dimensiones con la previsible implantación del Brexit, rechazado por la mayoría irlandesa y, por supuesto, por la República de Irlanda. Como se vio no es caso único en el propio Reino Unido. Escocia, por vías pacíficas, ha llegado a plantear su separación, y en menor grado Gales.