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Capítulo 2
Ondas sísmicas
La brusca liberación de los esfuerzos acumulados en el foco sísmico, o zona de ruptura, se traduce en la emisión de ondas que se propagan desde el foco hacia la superficie terrestre a varios kilómetros por segundo. Típicamente una onda sísmica recorre 100 kilómetros en menos de un minuto. La velocidad no es constante a lo largo de toda la trayectoria, sino que depende de la densidad de la roca que atraviesa la onda. Puesto que la densidad de las rocas generalmente aumenta con la profundidad, la velocidad suele ser mayor en profundidad, cerca del foco, y disminuir hacia la superficie terrestre.
No hay un único tipo de onda sísmica. De hecho, un mismo impulso genera dos tipos principales de ondas: las ondas P, o Primarias, y las ondas S, o Secundarias. Las ondas P se propagan por compresión-descompresión de las partículas de la roca, movimiento similar al de los fuelles de un acordeón, mientras que las ondas S se propagan con un movimiento transversal, como el de una víbora (Figura 2.1).