Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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En la década de los años sesenta, el fenómeno asociativo llamado Cineclub tuvo un éxito inesperado en toda España. ¿Quién no recuerda aquella serie televisiva, Crónicas de un Pueblo, donde el Cineclub reunía la vida asociativa del lugar? También en Vic tuvo su protagonismo como un lugar de encuentro y de desarrollo político-cultural, llegando incluso el régimen, a intentar controlar su funcionamiento a través de la Federación Española de Cineclubs.
En esta capital de la comarca de Osona, destacó el llamado Cineclub de Vic (CCV) que estaba controlado por la diócesis episcopal donde su titular era el doctor Masnou, obispo de Vic. En aquel lugar de encuentro se fue desarrollando una corriente asociacionista que dio lugar al nacimiento del movimiento conocido como Solidaritat, conducido por Segimon Serrallonga (PSUC) y Xavier Roca, y fue en cierta forma el antecedente de la Asamblea de Cataluña de Osona. Las acciones políticas de Solidaritat fueron dirigidas a la ayuda a las familias de presos políticos y a la influencia en sus asociados de una nueva mentalidad progresista mediante actos lúdicos relacionados con la Nova Canço y programas de cine de carácter independiente. La dirección de esta organización se puso en marcha bajo una estricta clandestinidad con la participación de Joaquim Capdevila, Xavier Roca, Segimon Serrallonga, Miquel Albó, Magda Bosch, Lota Llampías, Joaquim Onyós, Andreu Roca, Josep Mª Romeu, Josep Vernís, Manuel Anglada y Francesc Codina, siendo su lugar de encuentro más asiduo el convento de los Franciscanos sito en la calle Coll del Remei de Vic.