Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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Efectivamente, como era previsible, el día 8 se concentraron unas dos mil personas en el cementerio para rendir homenaje a la víctima, culminando así una serie de actos reivindicativos que habían tenido su punto álgido dos días antes con las manifestaciones realizadas en Cerdanyola y Ripollet, comenzando las movilizaciones en la empresa Aiscondel, formandose posteriormente piquetes de trabajadores en las empresas Aicar, Joresa, Aldai, Fusal Uralita, Indecasa, Tallers Ribot, Meler, Estampats Meridiana, y otras.

Los «grises» utilizaron helicópteros en vista de la generalización del conflicto ampliado con la llegada de mil quinientos estudiantes de la UAB. Todos juntos se concentraron de nuevo a las seis de la tarde en «la Fonteta», donde se calcula que llegaron a reunirse unas diez mil personas hasta las nueve de la noche.

La Iglesia condenó los hechos enviando un comunicado que decía así:

«Hay situaciones injustas que oprimen e impiden el libre ejercicio de los derechos más elementales. Hay una violencia institucionalizada que provoca la violencia tumultuosa de las masas, las cuales, en ciertas circunstancias, caen en las explosivas tentaciones de la desesperación (parte censurada), Pablo VI (…). Ciertos choques y violencias podrían ser evitados si las reformas necesarias llegasen a tiempo. La justicia es la condición ineludible de la paz (…)»327.


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