Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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«Nuestro pueblo vive un periodo crucial en su larga lidia y cruenta por la libertad, contra la bestialidad fascista desbocada. En unos días, además de numerosos actos brutales incalificables, las balas de las fuerzas de represión hicieron dos víctimas más, Manuel Fernández Márquez, obrero de la construcción, “culpable” de luchar por la plataforma reivindicativa de su ramo y de ejercer el derecho de huelga, asesinado en Sant Adriá del Besós. También de Eustaquio Mendizábal, patriota vasco, “liquidado” en su tierra por querer vivir en una Basconia liberada de la opresión nacional y social.»347

Para la Asamblea, el régimen, obligado por la creciente pujanza de las fuerzas de la oposición, apagaba la voz del aperturismo y de liberación, renunciando a la más mínima tolerancia y recurriendo, como siempre, a la represión política.

«Se daba prioridad a las pistolas como en los años cuarenta, imponiendo la paz de los cementerios y como fuerza de convicción, levantan las porras, brutalizan, persiguen, encarcelan solo por un motivo inconfesable: el miedo. El miedo a los intelectuales, profesores y estudiantes, a los trabajadores, a los capellanes y hombres de iglesia, a la palabra del pueblo y, en su solitud, a perder su poder omnipotente, buscando como excusa en la muerte de un estudiante-policía en las manifestaciones del Primero de Mayo, la vuelta al orden fascista.»348


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