Читать книгу España y su mundo en los Siglos de Oro. Cronología de hechos políticos y culturales онлайн

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Fuera de Italia, el Renacimiento se desarrolló de manera desigual y en concordia con las características propias de cada país. En Alemania, por ejemplo, aunque no existía una tradición basada en los modelos clásicos como la italiana, la obra de Alberto Durero fue a la vez la excepción y la culminación del arte renacentista. Su contacto con el arte italiano ocurrió en los dos viajes que realizó a Italia en 1494-95 y 1505-07. Los contemporáneos de Durero, sin embargo, no pueden situarse dentro del Renacimiento. Matthias Grünewald, que ha sido descrito como el «maestro de la pintura anti-clásica», hizo énfasis en el poder expresivo del color, más que en las técnicas empleadas por los artistas italianos. También Lucas Cranach, “El Viejo”, Albrecht Altdorfer y Wolfgang Huber partieron del color en su búsqueda de la expresión pictórica.

En Francia, el Renacimiento pasó por varias etapas que se denominarían con los nombres de sus reyes. La primera etapa ocurrió durante el reinado de Francisco I y se caracterizó por la aparición de formas decorativas renacentistas situadas en la estructura del Gótico medieval. Ejemplo de este estilo es el castillo de Blois. A partir de la segunda mitad del siglo XVI, los detalles arquitectónicos propios del Medioevo fueron desapareciendo para dar lugar, ya a finales del siglo, a edificios que se caracterizaban por la simetría de todas sus partes y por los adornos escultóricos esparcidos por sus fachadas.


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