Читать книгу España y su mundo en los Siglos de Oro. Cronología de hechos políticos y culturales онлайн
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España también conoció varios períodos en su arte renacentista. El primero, que apareció en la primera mitad del siglo XVI, fue el plateresco, llamado así por la semejanza entre su finísima decoración y la de los orfebres. También en esta época se dio a conocer el estilo grecorromano o clasicista puro, que, desde sus inicios buscó el regreso a la forma pura. Ya en la segunda mitad del siglo, surgió el estilo herreriano o escurialense, que se caracterizaba por la línea diáfana y su austera desnudez. Y, por último, el estilo renacentista-mudéjar, que al mezclar rasgos árabes y europeos, creó una fisonomía inconfundiblemente española.
Mentalidad y formación en el Renacimiento
Pensando que tenía la capacidad para dominar todas las fuerzas de la naturaleza, el pensamiento renacentista puso al ser humano en el centro del universo. Pero si el hombre tenía la capacidad para dominar algunas cosas, algunas otras se le oponían. Por esa razón, el Renacimiento logró fundar una estética y una política plenamente humanas, pero no llegó a formular un sistema moral desvinculado de los presupuestos metafísico-religiosos. Esto quebró el propósito de conjunto que pretendía la cosmovisión renacentista y dejó la necesidad de encontrar la justificación de la vida humana y de la unidad subyacente a todas las formas de vida. Esa justificación sólo pudieron hallarla los hombres de esta época en la antigua noción de la Providencia trascendente, que vinculaba a la ética con la teología, pues la ciencia todavía estaba dominada por los puntos de vista medievales.