Читать книгу Female Beatness: Mujeres, género y poesía en la generación Beat онлайн
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Desde que Herb Caen acuñara el término beatnik en 1958, con intención paródica, para describir a la bohemia de fin de semana del Village, centrada en una pose antisistema de rebeldía vacua y restándole profundidad cultural, filosófica y artística, el bombardeo de visiones superficiales sobre los Beat no dejó de sucederse. Norman Podhoretz (antiguo compañero de Ginsberg en Columbia), en “The Know-Nothing Bohemians” (1958), los consideraba “indecentes, violentos, racistas, solipsistas y anti-intelectuales” (en Grace 2017: 62). El discurso de caricatura llegó al extremo del famoso anuncio en el Village Voice que decía: “Añade emoción a tu fiesta de esmoquin….Alquila un beatnik. Completamente equipado: barba, gafas de sol, chaqueta militar raída” (en Belletto 2017(b): 99). En el artículo “Born 1930: The Unlost Generation” (1957), y con un genérico tercer pronombre masculino, el hípster es descrito de la siguiente forma: “Como el único inconformista extremo de su generación, el [hípster] ejerce una poderosa, aunque clandestina, atracción en los conformistas, a través de las noticias de sus delitos, su desestructurado jazz, y su emotivo lenguaje de gruñidos” (en Charters 583).16 La interpretación mediática de los beatniks, con énfasis en aspectos relacionados con el crimen, el sexo y las drogas, propició además la ausencia de crítica literaria y cultural seria sobre el fenómeno en los círculos académicos.17